viernes, 18 de julio de 2008


Entre pestañeo y pestañeo he encontrado un modo de soñar sin bajar la guardia; una esperanza que sin un por qué, ha sobrevivido a tan cruel parafernalia, a tan odiosa ira que de las almas se apodera, que con tocarlas desespera a tan bello corazón, que tan hermoso como débil sucumbe a sus encantos... Así pues una lágrima resbala hoy por mi rostro. Me oculté en su resplandor... Hoy mi camino esta lleno de luz.

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